domingo, 24 de mayo de 2009

Del teatro (I)

La pieza no finaliza en el lugar donde se representa. La obra nunca ha de terminar en la mente del receptor. Ha de romper su craneo para elevarse, caer, erigirse en un todo-nada. Debemos partir desde el siguiente axioma: el espectador no existe, no es. El autor no es una marioneta. No debe contentarse con lo escrito. Esto es algo imperdonable. Pocas veces un verdadero autor queda conforme con lo plasmado. Hay que escribir para sacar a la luz precisamente lo contrario: una creación que no se vea, que no se oiga, que no se pueda paladear ni palpar.

Evidentemente, la atención del público se verá alterada por una serie de elementos disuasorios que dificultarán la comprensión de la obra. ¿Falta o sobreabundancia de texto? ¿Cambios de ritmo bruscos? ¿Distonías? ¿Imágenes obscenas? No consiste en jugar con la percepción. De sobra es conocido que el teatro abarca múltiples realidades. Tampoco se centra en aplastar la conciencia del mártir - el autor no puede crear de la nada -.

El reto radica en hacer patente lo que denomino "representación esquicio-paranoica", que nada tiene que ver con corrientes o interpretaciones Xicológicas. El Arte por el arte (y viceversa),libre de Xicología y peralingüística.

Un ejemplo :

Varios personajes: - el deportista de éxito (tenista multiusos)
- el personal trainer
- una autoridad eclesiástica
- dos azafatas jóvenes y pechugonas (nada que ver con el pollo)
- el manager
- la jet - set
- el enemigo invisible e incansable que muta

Interactúan: el deportista de éxito golpea con su raqueta pelotas sin cesar que provienen de un enemigo invisible e incansable que muta.La autoridad eclesiástica lanza sus proverbios acerca de la nueva Buena Nueva. Las azafatas secan el sudor del deoprtista y recogen sus pelotas sin distraerlo, cosa que se logra gracias al personal trainer (que a su vez utilizará a las chicas para motivar a "su chico") El manager se codeará con la jet-set mientras establece contacto con su teléfono móvil. Disponer de un auricular le permite estar a varias conversaciones a la vez. Ningún negocio se pierde y una vez el personal trainer, las chicas, el manager, la jet - set no tienen sobre qué sostenerse, cambian al héroe, incapaz de golpear las bolas por puro agotamiento, por otro que tenía atado el manager. Desaparecen todos menos el manager, siendo reemplazados por los otros actores que representan el mismo personaje pero actualizado a las demandas del público .La autoridad eclesiástica cambia tarde y poco. Se queda con el pobre desamparado para arrancar sus órganos y mostrarlos al mundo en vitrinas.